No te imagines un diván, tú hablando y alguien apuntando lo que dices en silencio. Esto es otra cosa. El asesoramiento filosófico entiende la filosofía como "therapeia", el cuidado del alma o arte de vivir. En este sentido (y solo en éste) es una terapia, ya que se trata de un proceso de autoconocimiento en el que uno alcanza un progresivo equilibrio interior a medida que va adquiriendo una mayor comprensión sobre sí mismo. Es terapéutico no porque cure nada, ya que no se aplica a enfermedades, sino porque nos transforma.

Es muy sencillo. Profundizaremos en tu malestar a través de un diálogo reflexivo, relajado y ameno, en el que comprenderás por qué está ahí, cuál es su propósito y cómo lidiar con él, de forma natural. Aprenderás a reconocer cómo te sientes, lo que estás pensando y cómo afrontarlos de forma efectiva para dejar atrás esos momentos de crisis que tanto daño te hacen. El objetivo es que vivas tu vida, sus luces y sus sombras, afirmándola al completo y sin sufrir por ello.

Depende de lo que quieras trabajar. Si lo deseas el proceso puede ser breve, ya que basta con unas pocas sesiones para abordar bloqueos concretos, comprender su sentido y encontrar una forma nueva de relacionarnos con ellos, más serena y enriquecedora. Sin embargo, los procesos realmente integrales y transformadores son aquellos en los que el consultante se permite construir una nueva mirada, profunda y radical, desde la que contemplar esos espacios ignorados de su vida y arrojar luz sobre ellos. Depende de tu momento e inquietudes personales, pero nos adaptaremos a tus necesidades concretas.

Ninguna. Tan solo tener ganas de conocerte, indagar en ti y dejar atrás las creencias y bloqueos que te impiden ser tú mismo y vivir tu propia vida.

Entre sesión y sesión no estarás solo/a. Responderé a cualquier pregunta o duda sobre lo trabajado en las sesiones por e-mail o WhatsApp en un plazo máximo de 24 horas. También tendrás prioridad sobre los nuevos consultantes para solicitar sesiones extra o para retomar el proceso, si decidieras pausarlo. Además, el proceso también abarca cómo enfrentarte a tus situaciones de bloqueo, por lo que aprenderás a estar en ellas comprendiendo qué ocurre, qué significa para ti y cómo tomar las riendas de ello.

Por supuesto. Más del 90% de las personas con las que he trabajado residen en otras ciudades de España o del extranjero. Los resultados por videoconferencia son igual de satisfactorios que con las sesiones presenciales. De hecho, las sesiones online son mucho más cómodas, ya que no exigen desplazamiento y pueden realizarse en la tranquilidad e intimidad del hogar, la oficina o en el exterior, a través de un ordenador, smartphone o tablet. Si tienes dudas o crees que lo online no es para ti, ponte en contacto y buscaremos la forma más cómoda para ambos.

Por supuesto que no. Filosofar, cuestionarse y pensar la vida a través del diálogo filosófico es muy diferente de estudiar la historia de la filosofía. Es algo muy natural que todos llevamos dentro. No necesitas saber nada sobre autores o teorías filosóficas, ya que lo que nos interesa es sacar a la luz tu propia filosofía de vida. Y en ella, tú eres el mayor experto (aunque quizá aún no lo sepas).

La perspectiva del asesoramiento filosófico no es clínica o sanitaria, sino filosófica y existencial. El objetivo es que el consultante comprenda la situación que está viviendo, conecte con su bloqueo y adquiera las herramientas que necesita para abordarlo de una forma nueva y enriquecedora. Si podemos hacer un trabajo tan bello y profundo, tan libre y clarificador, es porque en nuestra consulta no se tratan patologías. El asesoramiento filosófico no es una práctica clínica, ni pretende ser un sustituto de la misma. Por ello, si no sabes si lo que vives ahora mismo es una crisis vital o podría ser un trastorno por ansiedad o depresión, entre otros posibles, lo adecuado es que resuelvas tus dudas al respecto con un psicólogo/a o psiquiatra. De ser así, existen excelentes profesionales que podrán ofrecerte la ayuda que necesitas.