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  • Foto del escritorOmar Linares

Nietzsche y las tres transformaciones del espíritu: camello, león y niño | Asesoramiento filosófico



El filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900) describió lo que consideraba eran las tres fases o estadios que todo individuo debía atravesar para convertirse en el superhombre (o supermujer). Se trata de tres niveles que van desde la incapacidad de definirse y actuar por uno mismo hasta la máxima libertad de pensamiento y acción. Tres etapas que Nietzsche describió mediante las metáforas del camello, el león y el niño. En este breve vídeo te lo explico.


Tras ver el vídeo


Para Nietzsche, el peso del que debe librarse el individuo para alcanzar la mejor versión de sí mismo es el de los valores judeocristianos. Estés de acuerdo o no con esta idea, en el siguiente ejercicio te propongo que identifiques y trabajes con lo que tú consideres que es una carga importante en tu vida; aquella que intuyes no tendrías por qué cargar, pero aun así no logras desprenderte.


Será un proceso de cuestionamiento guiado por las tres transformaciones del espíritu según Nietzsche. Te invito a plantearte cada una de las preguntas con tranquilidad, dándote el tiempo necesario para que brote una respuesta genuina.



El camello


El camello representa al individuo que, de forma consciente o no, deforma su postura y su mente llevando una carga que considera propia, aunque no lo sea. El camello nos pone ante la pregunta por aquello que arrastramos que nos hace arrastrarnos también, impidiéndonos avanzar y movernos libremente.


Párate un momento y busca cuál es la carga más pesada ahora mismo. Cuando la hayas localizado, hazte estas preguntas y deja que surjan las respuestas.


¿Qué efecto tiene en tu vida? ¿Te impide pensar y actuar de forma libre? ¿Cómo lo consigue?


¿Depende de ti? ¿Qué te aporta cargar con ello?


¿Qué ocurriría si la soltases?



El león


El león representa al sujeto que ha reconocido lo innecesario de su carga, y por ello la rechaza. Es afirmación, es ira, es ímpetu, pero también incapacidad de trascender su batalla.


¿Qué haces en tu día a día para rechazar esta carga? ¿Qué hace tu pensamiento? ¿Cómo te sientes cuando lo haces?


Este rechazo, ¿te libera o te ata más a ello?


Esa batalla constante, ¿te fortalece o te debilita?


¿Crees que es posible actuar de otra forma?



El niño


En el niño encontramos la libertad del ser humano, su máxima autonomía y afirmación. El niño ha dejado atrás sus cargas, y también el rechazo de las mismas.


¿Cómo sería tu día a día si no tuvieses que llevar ese peso?


¿Es posible ocuparse de ello, sin convertirlo en una carga? ¿Cómo lo harías?


Dedica un momento a imaginarte afrontando esa situación desde esta nueva perspectiva.


De nuevo, ¿era necesario llevar esa carga?



La propuesta de Nietzsche nos devuelve la responsabilidad de nuestro sufrimiento. Es un recordatorio de la fuerza del pensamiento y de nuestra capacidad para desplegarlo.


¡Atrévete a ser quien eres!


 

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