Esta semana en #SemillasdeFilosofía vemos cómo comprender el propio pensamiento.
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Cuando nos contradecimos, pensamos que nuestras acciones no tienen lógica. Pero sí que la tienen, de hecho tienen muchas lógicas, simultáneamente. Por eso nos cuesta comprenderlas.
Podemos imaginar el pensamiento como un hormiguero, que si lo miras desde arriba solo ves un plano de tierra, pero que si pudieras asomarte a una sección de su vertical verías toda una serie de canales, túneles y bóvedas que componen una colmena en ebullición y armonía.
Así funciona también el coro de voces que componen el pensamiento, un diálogo aparentemente dispar, constante, que nace de ti, habla de ti y sobre todo te habla a ti.
La próxima vez que te veas criticándote por no pensar, sentir o actuar como querías, párate a escuchar esas voces. Verás que aunque puedan chocar, todas buscan tu bien, aunque no siempre lo consigan.
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